“El mundo online ha permitido deslocalizar las relaciones sociales: ya no es necesario compartir un mismo espacio geográfico para iniciar un contacto profesional con otra persona o mantener una amistad. Aun así, la comunicación cara a cara sigue siendo la ideal porque ofrece matices a través de los gestos faciales y corporales”.
Esto que ve tan claro Serrrano Puché, profesor de Comunicación Pública de la Universidad de Navarra, es lo que el otro día leyendo una entrevista suya sobre el uso de las redes sociales es lo que pensé que ocurre, cada vez que la gente se une para cenar en el séptimo de Silvia Moreno Figueiredo, creadora de Cenas Adivina.
Esta mujer, de la que ya os he hablado en Una cena por skype, ha conseguido que gente diversa, con inquietudes muy dispares encuentre un espacio en el que reir, charlar, conocerse, comentar, compartir y pasarlo bien.
Llegar a una de las Cenas Adivina y poner cara a una persona que desde hace tiempo se cuela en tu bandeja de entrada una o dos veces por semana es una experiencia fantástica que te brindan las nuevas tecnologías y si encima son varias, increíble.
Y digo que Instagram puede hacerte cambiar de amigas, en plan de broma, porque dejas por un día a tus amigas de toda la vida por salir a cenar con otras a las que no conoces pero que pronto te unirán cosas muy interesantes a nivel profesional y personal.
Y como la primera Cena Adivina en Bilbao del pasado 8 de abril iba de aprender a escribir, a enamorar con las palabras y a sacar chispas a nuestros textos apareció allí, Maider Tomasena. Una experta en el arte de usar las palabras, gran copywriter, emprendedora e innovadora , sencilla, sincera….supo despertar en cada una de las asistentes una buena “to do list». Gracias Maider, cuánto aprendimos! eres una crack!.
Y de todo lo demás que pasó en esa primera Cena Adivina en Bilbao os habla Silvia magníficamente en su blog.