Los niños deben mancharse la ropa de barro

Entrevista publicada en El Mundo.

JUANFER F. CALDERÍN / Vitoria

En ese momento era la directora de proyectos de la Ateleus.

El trabajo de la Asociación de Telespectadores de Euskadi educa con una máxima: los padres deben conocer a qué se exponen sus hijos.

TDT, Facebook, Tuenti, Twitter, iPhone, Ipad, Tablet. Nombres impronunciables para abuelos y adultos aparecen en el imaginario colectivo de críos que apenas se alzan dos palmos del suelo. ¿Peligroso? No necesariamente.

María Zalbidea es directora de proyectos de la Asociación de Telespectadores de Euskadi, Ateleus, y ayer sacó a relucir sus conocimientos en Vitoria, en una conferencia titulada ‘Hijos de las nuevas tecnologías. Cómo educar a los niños en esta sociedad multipantallas’.

Pregunta.– ¿Es positivo que niños de hasta tres años tengan acceso a la tecnología?

Respuesta.– Es difícil decir si es bueno o no. Los padres agradecen que les des pautas. Tienen que pensar en qué contenido tiene cada tecnología. No es lo mismo buscar en internet cuánto viven las jirafas que ver una televisión de adultos. Con respecto a la compañía, no es lo mismo jugar a la consola de forma individual que hacerlo en familia. Hay que tener en cuenta la localización de la pantalla, si es de uso individual o colectivo. Y que cada uno conozca a sus hijos. La percepción de cada hijo la tienen los padres, que saben a qué niño hay que racionalizarle el videojuego.

P.– Internet se presenta como una ventana sin casi censuras para cualquier usuario. ¿Cómo se educa a un padre que sienta a su hijo frente a un ordenador?

R.– Internet no tiene que ser un medio, sino un fin. Le recomendaría que a internet se va a algo, para buscar información sobre algo. En cuanto a los consejos, que los padres conozcan el medio y descubran sus posibilidades, que no eduquen con inseguridad ni miedo, sino que empiecen a conocer el medio y que sean la referencia de los hijos, que naveguen con sus ellos. Hay que advertirles sobre los peligros que existen. Hay que situar el ordenador en un lugar común de la casa, porque sin querer situamos los ordenadores para que el peligro esté en su habitación. Les damos todo tipo de herramientas pero no normas. Y luego, utilizar ayudas tecnológicas como filtros.

P.– ¿Hay algún ativirus contra la telebasura?

R.– Si existiera, me dedicaría a otra cosa. Pero con la llegada de la TDT, los niños han ganado canales temáticos para niños. Ahora mismo hay tantos sistemas de grabación que desde un iPlus hasta un DVD grabador… Nos permiten descargarnos la televisión a la carta de ETB, por ejemplo. Los padres disponemos de una serie de herramientas que si las sabemos utilizar, podemos dejar grabados dibujos para que cuando no estemos en casa los vean. Luego habrá que pensar en el tiempo de exposición a la televisión.

P.– ¿Se puede enseñar buen gusto televisivo a un niño?

R.– Cuando el niño empieza a tener uso de razón cae en la cuenta de lo que no es saludable para él. Habrá que mostrarle contenidos de calidad para que luego él, cuando esté solo, pueda elegir. Hay también que educarles en libertad; mostrarle las pautas para que digan: ‘Eso es telebasura, no me lo voy a tragar’.

P.– ¿Ha muerto el libro y el jugar en el parque?

R.– Gracias a Dios, no. Las nuevas tecnologías despiertan muchísimo interés; pero de cero a seis años estos niños todavía hacen parque. Por ejemplo, en los regalos de Navidad yo siempre les digo a los padres que la tecnología tiene que entrar por los padres, que sea decisiones de los padres.

P.– ¿Se rompe la infancia de un chaval regalándole alta tecnología concebida para adultos?

R.– Hay excesos de consumismo que pretenden hacerles mayores cuando son pequeños. Se les acelera su proceso de crecimiento. No hay que motivarles demasiado a que utilicen las nuevas tecnologías cuanto antes.

P.– ¿Nuevas tecnologías o pantalones manchados de barro?

R.– Que se manchen los pantalones de barro. Lo otro no lo van a dejar de hacer, así que habrá que velar por que hagan las cosas que hacíamos nosotros de niños.

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