– ¿Mamá cuántos seguidores tienes en Instagram?

– Pues la verdad es que en Instagram no muchos, he abierto la cuenta hace poco…

 – ¿Por qué lo dices? ¿Siguen tus amigos hablando de ello?

– Si cada vez más.

– ¿Y cuántos seguidores tienen ellos?…..

Nueve primaveras le contemplan a mi hijo mayor y éstas son algunas de las conversaciones que ya comienzan a darse en la cena de un día cualquiera de colegio.

Y yo me pregunto ¿qué hace un niño de 9 años con una cuenta de Instagram? ¿desde qué dispositivo cuelga las fotos si no tienen todavía móvil propio? ¿conocen los padres esta situación? ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de valorar esta red social que cuenta con 400 millones de usuarios?

Estas preguntas que me hago como madre y que quizá os sirvan a vosotros lectores me han hecho repasar las características de esta red social que está causando furor entre los adolescentes – y no tan adolescentes- y entre las marcas, que diseñan cada vez más estrategias con las que sorprender a sus miles de seguidores.

Para ello he acudido a un documento, que creo de obligada lectura para padres, madres y educadores, que ha publicado recientemente la propia red social en su Instagram Help Center y a la que podéis acceder en este enlace. Una Guía para padres elaborada con la colaboración de entidades de protección de la infancia como CONNECTSAFELY y PROTÉGELES.

Extraigo algunas de las conclusiones que ahí se mencionan:

• Edad mínima permitida para tener un perfil: 14 años. Instagram no investiga si la edad del usuario es la permitida pero si que podría eliminar el perfil en el caso de verificarlo.
• Riesgos: los propios del resto de redes sociales no más (subir/ver fotos o vídeos inapropiados, contactar con desconocidos, falta de privacidad, sobreexposición…).
• La palabra clave para que los adolescentes hagan un uso seguro y responsable de Instagram es el RESPETO. Respeto que deben tener consigo mismo y su identidad digital y con sus compañeros a la hora de compartir, comentar y publicar fotografías.
• Los perfiles pueden ser: públicos (es lo que se activa por defecto, todo el mundo podrá ver sus fotos) o privados (se activa de tal forma que sólo sus contactos podrán ver las fotos).
• Localización: antes de colgar tu foto preferida puedes situarla en el mapa. En muchas ocasiones no es tan evidente la localización como cuando uno se hace la foto delante de un estadio o un museo y conviene por ello enseñarles a no dar demasiados datos que facilite por ejemplo el seguimiento del menor.

Lo que comenzó siendo una red centrada en la fotografía está claro que es ya una extensión más de las relaciones sociales de nuestros jóvenes. La facilidad para capturar y compartir sus momentos mágicos o experiencias con sus amigos y seguidores y el obsesivo número de likes en algunos casos se ha convertido en un fenómeno digno de atención y estudio para los padres en nuestra tarea educativa.

¿Conoces o manejas la red social? ¿Eres usuario habitual de Instagram? ¿tienen tus hijos perfil en ella? ¿sabes cómo lo gestionan?

Que la tecnología no te pille en modo off, acompaña a tus hijos en la red.